The Revenge Of God - Reveal: Yumika

Bienvenidos a "The Revenge Of God - Reveal: Yumika". Es poco conocido que, durante sus últimos dias en el trono, la Emperatriz de SteamFlame entró en una estrecha amistad con la qwilliath conocida como "Yumika del Invierno Floreciente" y muchos ahora especulan que la emperatriz estaba yá, en aquel entonces, haciendo los arreglos previos a su partida definitiva, pues su salud se había deteriorado grandemente, en sumo contraste con su resoluta disposición a proteger y preservar todo aquello que había podido ser rescatado de las fauces hambrientas de El Olvido. Sin embargo, conforme la gran guerra avanzaba y mas mundos sucumbían a las huestes de los Unravelled, La Emperatriz de SteamFlame probablemente vió que, tarde o temprano, la tarea que había puesto sobre sus hombros terminaría reclamando su vida al sobrepasarle en cualquier capacidad concebible. No obstante, aun con sus últimos alientos de vida ya próximos, la Emperatriz de Steamflame jamás faltó a su promesa y deber, dandole a sus súbditos y protegidos aquello que les había prometido: eternidad. Es así que Natividad Benedictina, Emperatriz de SteamFlame, le concedió su regalo mas preciado a Yumika antes de partir: El Pisapapeles del Dulce Ayer. Según dicen los rumores, el mágico pisapapeles, apenas si una baratija bonita pero inocua a los ojos de los incultos, es el registro eterno y perfecto de todos los mundos que fueron salvados de ser destruidos por El Olvido y sus habitantes. Algunos dicen que los recuerdos en el pisapapeles son tan perfectos que sería posible traer de vuelta al presente cualquier cosa que estuviera almacenada en este y que, es posible, que existan recuerdos incluso de gente que fué victima de la gran guerra e incluso mundos completos que fueron consumidos por El Olvido. Nadie lo sabe con seguridad pero Yumika sabe que solo alguien con poder divino sobre los sueños y la imaginación es capaz de hacer que un dulce recuerdo se vuelva realidad nuevamente porque la vida y la muerte pueden ser pasajeros, pero los sueños preservados en el invierno... son para siempre.

Arkiel Gabranth vé la presencia de alguien como Yumika como una reliquia de la innecesaria flexibilidad del cosmos anterior. Los fey pueden estar parcialmente contenidos en la realidad de El Primer Mundo pero, aun así, siguen siendo una presencia disruptiva que se rehusa a obedecer las leyes del cosmos ordenado. El pasado debe quedar en el pasado para dar paso al futuro. El nuevo orden no requiere de expresiones primigenias e imperfectas de la vida como las hadas.

Bajo condiciones normales, alguien como Ammonite no tendría nada que temer de Yumika. De hecho, Ammonite no encuentra nada que temer en su simple y totalmente ordinario ser. El problema es lo que la qwilliath lleva consigo: El Pisapapeles del Dulce Ayer. Puede parecer poca cosa, pero dicho artefacto contiene las memorias de las personas que originalmente eran las dueñas de los cuerpos que ella ha tomado y convertido en el suyo. Tal cosa podría llegar a ser usada en su contra y eso podría ser un severo impedimento a sus planes.

Paradójicamente, aun cuando Yumika y el Dr. Cronnenberg parecen encontrarse en los extremos mas opuestos, Cronnenberg parece encontrar cierta afinidad en la inocente qwilliath, alabando su pureza sin mancha a travez de todos los eventos que han sacudido el cosmos. Mas aun, en cierta forma, Cronneberg considera que tanto Yumika como el son "brindadores de deseos", la primera estando en la capacidad de regresar a la existencia a aquello que solo son recuerdos, y el segundo siendo capaz de crear cosas imaginadas que jamás han existido antes. Despues de todo, Halloween y Navidad no son tan diferentes en esencia.

Empyrea posee sentimientos un tanto contrariados respecto a Yumika. Por un lado no puede negar que disfruta de su presencia, recordandole el por qué vale la pena pelear por preservar el cosmos pero, por el otro lado, la qwilliath es, tambien, un recuerdo viviente de todas las buenas cosas que jamás volverán, como la Emperatriz de SteamFlame, a quien Empyrea extraña muchísimo. Empyrea sabe que con El Pisapapeles del Dulce Ayer, Yumika podría traer de vuelta a la Emperatriz, a sus padres e incluso su mundo de origen, pero la Comandante sabe, tambien, que todas esas cosas pertenecen al pasado y deben quedarse allí, lo que hace su relación con Yumika... complicada, en el mejor de los casos.

Kanno siempre ha encontrado la existencia de las hadas una dicotomía de lo mas entretenida: pueden llegar a ser seres de una lujuria sin paragón o de una castidad que haría palidecer al célibe mas devoto. Kanno no está segura, con exactitud, de a cual de los dos campos pertenece Yumika, aunque cree que es seguro apostar a que pertenece al segundo bando, lo que hace que La Ladrona de Susurros fantasee con la idea de "abrirle la mente" personalmente a la qwilliath y teñir lentamente de rojo ese pristino campo de nieve blanca. En las propias palabras de Kanno: "No hay nada mas exquisito que el sabor de un corazón virgen perdiendo su inocencia".

Ameshattar aprecia de todo corazón las dulces y gentiles intenciones de Yumika, pero considera que los recuerdos del pasado están donde están para quedarse allí. Para La Flama Eterna, llevar los recuerdos del pasado siempre a cuestas con la esperanza de que estos regresen a ser el presente algún día de manera indefinida es condenarse a jamás vivir el presente otra vez y, tal cosa, es la muerte del alma. Ameshattar se sentiría desconsolada si algún día tuviera que enfrentar a Yumika solo para evitar que el cosmos regresione a un estadío previo. Sin embargo, ser heroe no se trata de hacer lo a que uno le gusta o desea, sino lo que es correcto y justo cuando es necesario.

Hyperion tiene las cosas claras cuando se trata de lo que debe hacer para prevenir que La Era de La Aflicción vuelva a suceder. Destruirá el caos en todas su ascepciones, así tenga que enfrentar el espacio y el tiempo, y tanto a enemigos como amigos. Sin embargo, si su puño a de encontrar una barrera inatravesable, esa es Yumika, pues la qwilliath representa el mismísimo bien que el archon intenta preservar y las memorias de todo lo bueno que se perdió por la gran guerra. Hyperion puede arriesgarlo todo menos eso. Las memorias de lo que se fué no pueden ni deben perderse jamás.

Darielle esquiva a Yumika como si esta fuese la peste, haciendo "graciosas retiradas" en cuanto la qwilliath aparece. Cualquiera que conoce a Darielle aunque sea un poco sabe que este es un mago muy poderoso y que, sin mayores problemas, podría librarse de alguien tan pacífico como Yumika. Sin embargo, El Conjurador Azul huye siempre de la presencia de la qwilliath sin jamás alzar un solo dedo contra ella y este se ha rehusado rotundamente a dar explicaciones al respecto en todos los casos.

Alineamiento: Chaotic Good
Folios de interés: Ice, Dream, Good, Luck, Art
Arma Favorecida: Light Mace

Campeones Conocidos:

* Kageyama.- Si alguien fué capaz de empujar la batalla de vuelta a las puertas del punto de origen de la infección de Xoriat, ese era Kageyama. Peleando valientemente a lado de su leal compañero, el dragon imperial del cielo Shinryu, y otros grandes guerreros bajo el mando de Los Señores Empyreos, Kageyama libró batallas que rivalizaban solo con surrealismo propio de Xoriat, desplegando niveles y cantidades de poder que, segun dicen las leyendas, rebasan toda lógica abordable por la física del cosmos ordenado. Aun con semejante poder en sus manos, Kageyama fué incapaz de contener el caos reptante por completo, apenas si ganandole tiempo a las huestes de la ModARMs para reorganizarse antes del siguiente brote de caos en el magnaverso. Fué cuando Byphron encaró a La Reina del Caos que, luchando al lado de Shinryu, Hyperion, Zeruel, Empyrea y Dawn, los 8 generales Unravelled de las huestes del caos pudieron ser derrotados y Las Puertas de Chokmah, en la capa 666 de El Abismo, cerradas finalmente, concluyendo la invasión del caos de una vez por todas. No obstante, acabada la gran batalla, Kageyama tenía ahora que encarar un cosmos destruido y maltrecho que había perdido demasiadas vidas buenas y guerreros valientes. Kageyama intentó interceder por estas almas perdidas ante Los Señores Empyreos, pero los amos de las huestes celestiales respondieron que no estaba en su poder el decidir quien vivía o moría ni interferir en el ahora interrumpido e infuncional ciclo de las almas hasta que el Overdeus mismo impusiera un nuevo orden en la creación. Solicitando consejo de el sabio y añejo dragón que le había acompañado en tantas batallas por el magnaverso, Kageyama se enteró de la existencia de Yumika y como esta buscaba que restaurar aquello que había sido perdido en la gran batalla, recordando al ver la desgarrada banda de color rojo en su brazo izquierdo que, alguna vez, el también peleo al lado de un grupo de guardianes de aquello que realmente valía la pena, hace ya mucho en un mundo que ya ni siquiera existía. Fué Kageyama quien le extendió la mano a Yumika cuando esta se encontraba sola y, ahora, como su campeón, quizas haya una chance de volver a todos esos grandes guerreros una vez mas. Y, de paso, quizas haya la oportunidad de finalmente medir fuerzas de manera amistosa con algunos de los contrincantes y, quizas con un poco de suerte, con la legendaria Hitomaya Angel de Fuego. Frase Icónica: "¡Hola! Lamento haberte hecho esperar: tuve que derrotar a la muerte para venir para ya estoy aquí. ¿En que estábamos?"

* Mary Jane.- "¡Hey!, ¿Armando una fiesta sin mi?". Ciertamente, Kageyama no esperaba ver ese rostro de nuevo y tal fué su sorpreza cuando vió a la rubicunda Capitana Corazón Rubí nuevamente que, en su asombro, sus reflejos fallaron por completo, recibiendo de lleno el orondo puñetazo en la cara por parte de la rubicunda corsaria al comentar, con su coloquialidad usual, que sinceramente pensaba que La Casaja Roja había perecido durante las grandes guerras que habían sacudido el magnaverso. "¡Mono estupido! ¡Lo que tienes en los biceps te falta en cerebro! ¡No andes matandome sin pruebas contundentes! ¡He escapado de la muerte tantas veces que ya ni las cuento! Además... [Tornandose a mirar a Yumika] Mientras hayan tesoros perdidos en el fondo del mar de las memorias... siempre habrá al menos un pirata dispuesto a sacar a flote tales riquezas." Y, ciertamente, Mary Jane había estado muy cerca de pegarle una visita a Davey Jones en el Baul de los Hombres Muertos con la destrucción sistemática de Endorea. No obstante, valiendose de algunos trucos aprendidos durante sus muchos viajes, la corsaria se las había ingeniado para terminar en Endelphia y, aunque había tenido que luchar para dejar atrás los dominios de La Señora de Las Tumbas, sacrificando su fiel embarcación voladora en el proceso, había otra oportunidad de vivir, y otro día para hacer una nueva nave que pudiera llevarla a donde ella quisiera. Fué, justamente, en su tiempo en Edelphia que Mary Jane se enteraría de los sucesos tomando lugar en los mundos exteriores de la boca de los mismísimos caidos así como llegó a sus oidos de la aparición de el Overdeus y su llamado al Dissidium en el Limbo. Para la corsaria era una apuesta demasiado segura el suponer que, de haber sobrevivido los eventos, Kageyama se encontraría en aquel lugar y, aunque le había tomado tiempo llegar, allí estaba y, tal y como suponía, en compañía de los desvalidos e ignorados, al igual que ella en sus mejores dias. Quizás la Brigada Roja ya no existiera mas, pero el propósito de traer una sonrisa al desolado y defender al inocente seguía mas vivo que nunca, especialmente ahora que el sol parecía brillar con mas fuerza que nunca. Mirando a Yumika, la Capitana Corazón Rubí le dijo a la joven de cabellos de niveo rosa: "Sé que vuestra merced fué una amiga cercana de La Emperatriz de Steamflame. Yo también lo fuí: ella me hizo lo que soy, así que le debo todo. Si vuestra merced sigue busca que honrar sus sueños y su memoria, entonces el sable de Mary Jane está a su servicio, mi lady, pues posee usted entre sus manos... quizas... el tesoro mas grande de todos."